Esta semana para comer....Sopa!!!

Cuando llega el otoño, los primeros días fríos, los primeros resfriados, las primeras amigdalitis, uno siempre se acuerda de las sopitas de mamá. Y no es que no haga mis pinitos culinarios con los caldos, pero como los de una madre ninguno.

Si algo tenían, y tienen, las sopas de una madre son las propiedades curativas. Llegabas a casa y decías: Mamá estoy destemplado....a lo que contestaba: Ahora te preparo una sopa y te quito yo ese mal cuerpo...Mamás me duele la garganta...Ya te pongo una sopa y verás como se te calma....Mamá tengo diarrea...Ya te hago yo un caldo de arroz que lo corta de raíz....Mamá me ha dejado la novia...Ya te hago yo una sopa y te quito ese mal de amores, que con quién vas a estar tu mejor que con tu madre...Y por más que uno intenta averiguar cual es el secreto de la pocima que todo lo cura, pues nada. Me pasa como a los romanos con la pocima de Asterix.

Aunque no siempre la sopa llevaba condimento mágico, lo mismo con las prisas te sacaba el doble caldo de carne Starlux o Avecrem y solucionaba el apuro. O las tan recurridas sopas de sobre Gallina Blanca (esto es publicidad,los beneficios los repartiré). No es lo mismo, es sopa con trampa, pero saca de un apuro.

De todos modos, yo aquí potenciandolas bondades del caldo de gallina y no a todo el mundo le gusta este manjar. Sin ir más lejos a Mafalda, ese personaje tan querido de Quino, y que tan buenos ratos me hizo pasar en la infancia, no le gustaba, o mejor dicho, odiaba la sopa.



Pero para sopa buena...la sopa de amor. Tenía yo preparada una entrada con este tema musical de los hijos de la Durcal, el cual nunca llegue a publicar por dos motivos. A saber: Primero, por que me quitaron los videos del Youtube y segundo porque a poco me da un patatus cuando mis hijas me lo cantan un día en casa ya que se lo estaban aprendiendo en el cole para cantarlo en el día de la paz. Y yo que me iba a reir de la letra y de lo repipi que resulta la cancioncita y tengo a mis dos chiquillas, sangre de mi sangre, haciendo el hortera...que chasco. Pero como el tema iba de sopas no lo podía dejar escapar. Atentos al video, sin desperdicio.

He aquí otra ración de lo mismo pero con mucha gracia...




Que deciros del desparpajo y desenvolvimiento de estas dos estrellas de la televisión...de estos dos pipiolos, con cara angelical y gráciles bamboleos. Él se mueve menos que los ojos de Espinete, con ese pelo repeinao a raya como nos lo hacían en los ochenta. Ella con su carita de no haber roto un plato, en momentos demasiado tierna, esa mirada lastimoa...se hacen un pelín empalagosillos. Ojo que la letra no tiene desperdicio...Un hola con Bechamel, un beso con agua de anís, una mirada con helado de miel...vaya empacho. ¿Habías oido algo más tierno, dulce y melindroso? Pues esto es la sopa de amor. Ojo sin hablar de los camareros....mira que eramos inocentes que nos reiamos de cualquier cosa...que infancia pasamos!!!

En fin, después de disertar de este tan recurrido plato, solo me queda deciros...que aproveche!!!